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Conductor de camión con experiencia puesto a prueba en las carreteras montañosas de Canadá

El conductor de camiones Rod Stanley lleva 18 años transportando cargas pesadas. A pesar de su experiencia, el oeste de Canadá, con sus sinuosas carreteras de montaña y la limitación de horas para conducir por ellas siempre suponen una prueba para él.
Siga al conductor de camiones Rod Stanley por los preciosos parajes remotos y salvajes del oeste de Canadá en este episodio de El mundo del conductor.

El cielo está cubierto esta mañana en Stewart, en la región de Columbia Británica. Las nubes permanecen sobre las cimas de las montañas que rodean el puerto que acaba de construirse, situado en el extremo de una profunda ensenada cerca de la frontera con Alaska. Grandes buques de cargan llegan hasta aquí desde todo el mundo con pesadas cargas que se transportarán a cientos de kilómetros tierra adentro.

En la dársena de carga, donde la lluvia ha dejado el terreno embarrado, el conductor Rod Stanley y sus compañeros se esfuerzan por cargar una unidad de proceso de 66 toneladas sobre un remolque. No lo logran en su primer intento, porque la carga es demasiado pesada en los ejes traseros y tras detenerse a pensar, deciden girar la unidad de proceso en la dirección contraria y dejar que el camión, un Volvo VNX con 600 CV y una caja de cambios I-Shift, asuma una mayor proporción del peso. Esta vez funciona mejor. “Ahora nos queda examinar la distribución del peso en cada eje y si es correcta, entonces estamos listos para conducir”, comenta Rod.

Sin embargo, tanto él como sus compañeros deben esperar a la que llegue la noche. Las carreteras entre Stewart en la Columbia Británica y la frontera con la provincia vecina de Alberta son estrechas y serpenteantes. Esta primera parte de los 1.500 km de distancia que recorrerá Rod también implica sortear varios puentes que no están diseñados para el transporte pesado. 

No quiero ni pensar qué ocurriría si sufro un pinchazo en la oscuridad.

Conducir hasta aquí ha requerido ingeniería de investigación y permisos especiales de las autoridades provinciales. Para no poner en peligro la seguridad de otros usuarios de la carretera, el permiso de conducción a través de Columbia Británica solo es válido de noche y por carreteras cortadas al resto del tráfico. Por ello, ya ha oscurecido totalmente y el ambiente es más bien desolador cuando Rod y sus compañeros salen de Stewart.


“Viajar de noche tiene algunos inconvenientes. Todo lo que se hace a la luz del día es mucho más fácil, al poder ver lo que estás haciendo, en lugar de arreglar cosas cuando es de noche, con una linterna. No quiero ni pensar qué ocurriría si sufro un pinchazo en la oscuridad”, afirma.

Otro reto de conducir por la noche en esta parte de Canadá es que los bosques que delimitan ambos lados de la carretera están repletos de osos y otros animales salvajes. Aunque Rod lleva vehículos de escolta delante y detrás de él, debe extremar la atención y estar siempre listo para frenar abruptamente, o para maniobrar para sortear un obstáculo.

“Llevo conduciendo por el norte del país casi toda mi vida y lo cierto es que me encanta. Pero la fauna salvaje siempre ha sido una preocupación, porque en un abrir y cerrar de ojos un animal puede saltar delante del vehículo. El invierno pasado me pasó, mientras conducía solo hacia la estación de carga. El animal murió, por lo que siempre es algo que me preocupa. Pero hasta ahora he tenido suerte aquí, en Stewart”.

Rod lleva cuarenta años trabajando como conductor de camiones, los últimos dieciocho como empleado de Mammoet, una empresa global de transportes y elevación de cargas, especializada en cargas de gran tonelaje. Con los años, ha transportado muchas cargas con pesos superiores a las 500 toneladas, por lo que el peso de la unidad de proceso que está transportando ahora quizás no parezca que es mucho. Sin embargo, Rod opina que las condiciones de las carreteras en Columbia Británica hacen que el tamaño de la carga, el peso y la anchura sean un reto para todas las personas implicadas en la tarea.

“Cada trabajo es distinto. Es algo que he aprendido y que hace que me siga resultando interesante después de tantos años. También me gusta el trabajo en equipo y toda la logística y planificación que conlleva”, explica y añade:

“Durante mis primeros años como conductor ya viví el trabajo en solitario, días y días sin ver a nadie conocido. Me gusta más este tipo de tarea porque hay muchas personas trabajando como un equipo y todos nos hemos hecho muy buenos amigos. Me he acostumbrado a trabajar así y me costaría mucho volver a hacerlo solo”.

Durante mis primeros años como conductor ya viví el trabajo en solitario, días y días sin ver a nadie conocido.

Este recorrido en concreto es muy especial para Rod y sus compañeros, porque es la primera vez que está probando un camión Volvo. Para Mammoet, la empresa para la que trabajan él y sus compañeros, la seguridad es uno de sus valores esenciales, al igual que en Volvo Trucks, y tras haberse familiarizado con el nuevo camión, Rod está gratamente sorprendido.

“Es un camión realmente estupendo. Ofrece un par y una potencia suficientes, la conducción es suave y resulta cómodo y amplio, todo lo que desea un conductor. Sobre todo en lo que respecta a la comodidad, es superior con respecto a los camiones que suelo conducir. También me he dado cuenta de que todos los interruptores están al alcance del brazo, por lo que no hay que quitar la vista de la carretera. Una vez que te acostumbras al camión, es muy seguro de conducir, que es nuestra principal prioridad”, comenta.

Durante las dos primeras noches, Rod y sus compañeros conducen entre las 10 pm y 6 am de la mañana siguiente. El tercer turno comienza más tarde, a medianoche, porque cuando el transporte ha cruzado la frontera con Alberta, el permiso de conducción es solo válido durante el día. Rod explica que uno de los mayores retos de esta misión es la transición entre conducir de noche y durante el día. El cuerpo se confunde y es muy difícil dormir lo suficiente entre turnos, aunque haya tiempo suficiente para descansar.

Para mantenerse despierto durante los turnos de noche, le gusta disfrutar del aire fresco, bebe refrescos y agua y escucha en la radio rock clásico, como Led Zeppelin. También piensa mucho en sus dos hijos y en sus nietas y sobre lo que harán juntos cuando regrese a casa. Tras dejar la carretera en Redwater, tendrá una semana de vacaciones y se dirigirá directamente a su casa en Edmonton, para llevarse a la familia una semana de camping.

“Mi mayor ilusión es poder pasar tiempo con mi familia cuando no estoy trabajando. Quiero a mis hijos con locura y también estoy muy unido a mis nietas. Estoy deseando verlas crecer cuando me jubile en unos años, porque me perdí gran parte de la infancia de mis propios hijos, al estar tanto tiempo en la carretera. Entonces no teníamos teléfonos móviles ni servicios telefónicos de ningún tipo, por lo que me pasaba una semana o más sin hablar con mi familia mientras trabajaba. Con la tecnología que tenemos actualmente es mucho más sencillo ser conductor de camiones”.

Cuando conduzco por esta zona pienso en la suerte que tengo de que me paguen por viajar por estas carreteras, mientras que otras personas tienen que coger días de permiso en el trabajo para venir hasta aquí y poder verlo. Sin duda es uno de los mejores privilegios de ser conductor de camiones.

Cerca de la frontera de Columbia Británica y Alberta, Rod conduce el camión por el corazón de las Montañas Rocosas canadienses. La luz del amanecer le hace sentirse más fresco, a pesar del cansancio de la conducción nocturna y siempre se emociona al conducir por el Parque Nacional de Jasper. Es uno de los sitios más bonitos de todo Canadá.

 

“Es espectacular ver cómo los árboles cambian de color, el agua verde, transparente y cristalina y el reflejo en ella cuando sale el sol a través de las nubes. Siempre es una visión increíble, con toda la fauna que vive en esta zona: alces, osos, cabras, ovejas. Cuando conduzco por esta zona pienso en la suerte que tengo de que me paguen por viajar por estas carreteras, mientras que otras personas tienen que coger días de permiso en el trabajo para venir hasta aquí y poder verlo. Sin duda es uno de los mejores privilegios de ser conductor de camiones”.

La empresa

Mammoet es un proveedor especializado en servicios de transporte y de elevación de cargas pesadas, que opera globalmente y cuenta con 5.000 empleados. Los servicios de la empresa se centran en el sector de la minería y la petroquímica, la ingeniería civil, la generación energética y los proyectos marítimos.

 

El proyecto

Durante un proyecto de siete meses, Mammoet opera cuatro unidades de transporte en rotación entre Stewart y su cliente en Redwater. Se van trayendo más camiones a medida que se necesitan, como apoyo en las operaciones portuarias y para cumplir las programaciones.

El camión y el remolque

Camión: Transporte pesado.
Modelo: Volvo VNX 630.
Motor: Volvo D16 de 600 CV, par de 2.050 libras-pies (2.800 Nm).
Transmisión: Volvo I-Shift.
Tractora: 8X6 (tri drive).
Peso: 119.300 kg (masa máxima en combinación).
Carga útil: 66.000kg.
Longitud: 41,7m (combinación total).
Ruedas: 50.
Combustible: Capacidad de hasta 1.135 litros.
Características: Diferenciales de 35.000 kg. Rampas de plataforma baja y kit húmedo para manejar varias combinaciones de remolque. Bastidor de rejilla para la parte posterior de la protección de la cabina dormitorio, cadenas y sujetadores de carga. Camiones piloto para cargas de tamaño extragrande.
Remolque: 9 ejes Scheuerle ‘Canadian Highway’.
Características especiales del remolque: Pasarela ampliable (18,55 m-30,55 m); suspensión hidráulica; ejes de pivote o ejes dirigibles remotos.
Camiones piloto: 7 vehículos de escolta para la conducción nocturna.

La zona

La ruta de transporte entre Stewart y Redwater es de aproximadamente 1.500 kilómetros de ida, a través de las provincias más occidentales de Canadá, Columbia Británica y Alberta. La ruta pasa por densos bosques, cataratas, montañas cubiertas de nieve y lagos glaciares, camino de las praderas de Alberta.