Trucks
Es mediodía en el puerto de Kiel. En el aparcamiento de camiones, Roland Lehbrunner acaba de despertarse. Durante las últimas noches, junto a su compañero Janos Szilagyi, han transportado dos depósitos de 22 metros de largo desde Sigharting en la frontera austriaca a través de Alemania. Ahora están esperando a subirse al ferry que les llevará hasta Gotemburgo y a la siguiente etapa de su viaje de once días.
“Es la primera vez que llevo un camión en un ferry. Es algo nuevo, que es lo me encanta de conducir camiones”, comenta Roland Lehbrunner. “La mayoría de trabajos son rutinarios pero en mi caso, es totalmente diferente. Podría estar transportando materiales de construcción hasta Salzburgo, o piezas de una máquina gigante al norte de Alemania. Diferentes carreteras, diferentes cargas”.
Es la primera vez que llevo un camión en un ferry. Es algo nuevo, que es lo me encanta de conducir camiones.
El carácter cambiante y desafiante del transporte especial es lo que le instó a empezar a trabajar en el sector de los camiones hace casi una década. Por entonces, trabajaba a tiempo completo como carpintero para una empresa austriaca que también transportaba sus productos con camiones por todo el país. Un día, tenían que entregar un pedido grande y muy importante, pero no había nadie disponible para realizarlo. “¿Por qué no?, voy a probar”, pensó Roland antes de aceptar su primera tarea de transporte. Actualmente, lleva trabajando siete años como conductor profesional para la empresa austriaca Prangl. Durante estos años, ha realizado algunas tareas de transporte realmente extremas, como una máquina de procesamiento de papel de 160 toneladas desde el centro de Austria a Budapest, Hungría, y una carga de seis metros de ancho de piezas de embarcaciones a través de un terreno estrecho y montañoso que puso a prueba su paciencia y concentración.
Aunque tanto Roland como su empresa están especializados en cargas de gran tamaño, la misión de hoy es única para ellos, debido a la gran distancia entre Austria y el centro de Suecia, así como por las dimensiones de la carga. Roland explica que está preparado para hacer frente a misiones poco habituales, pero que cada tarea es distinta.
“Puede ser diferente en lo que respecta a la carga, el tamaño, el peso, la longitud, la distancia, las condiciones meteorológicas o lo que puedes encontrarte en la carretera. Aunque creas que lo tienes todo planificado, puede suceder cualquier cosa inesperada. Hay que mantener la calma y mantenerse concentrado”, afirma.
Tras sufrir una lluvia intensa durante el primer turno de noche entre Sigharting en Austria y la ciudad alemana de Magdeburgo, Roland y Janos se retrasaron por cierres de carreteras en Alemania. Después de una parada de dos días en un aparcamiento, por fin pudieron emprender la marcha y ahora se sienten aliviados por haber llegado a Kiel y poder continuar rumbo a Suecia.
A medida que los dos camiones llegan al ferry, el personal les guía lentamente para que puedan estacionar sin rozar la pared u otros vehículos. Debido al tamaño de la carga, cada camión necesita cuatro veces más el espacio de un camión normal y Roland agradece la ayuda que reciben. Tras una cena temprana, decide irse a dormir, para estar descansado y preparado para el día siguiente, ya que conducirá su Volvo FH16 los 220 kilómetros que separan Gotemburgo de Grums, el destino final.
“Prefiero los turnos diurnos, porque así puedo disfrutar del paisaje, sobre todo cuando hay colinas y montañas. Nunca he estado en Suecia, así que, estoy encantado de poder ir”, nos cuenta Roland mientras sale del ferry en Gotemburgo. En un aparcamiento similar al de Kiel, examina el camión y comprueba el sistema hidráulico, el sistema electrónico, la carga y las fijaciones antes de seguir conduciendo.
“En lo que respecta a lo que sí puedes controlar, es fundamental examinar el camión. Si algo no está bien, no se debería conducir el vehículo”, explica.
En la ruta hacia Grums, un equipo sueco de transporte acompaña a Roland y a Janos. El convoy inicia la marcha a alrededor de las 9 am con una lluvia intensa y bastante viento. El viento resulta especialmente inquietante, sobre todo porque Roland tiene que atravesar varios puentes altos. El viento, la lluvia, la carga pesada y el terreno montañoso obligan al convoy a conducir con extrema lentitud.
“En estas circunstancias, es estupendo poder confiar en el sistema de dirección del camión y en el sistema de marchas automático. Aportan tranquilidad, para poder centrarse en el recorrido sin tener que preocuparse”, explica Roland.
Aunque las condiciones meteorológicas son complicadas, está encantado con las carreteras suecas, en su opinión de las mejores en las que ha conducido. El convoy viaja sin ningún impedimento y a las tres de la tarde por fin llegan a su destino final: en el horizonte se ve la gran fábrica de la empresa sueca BillerudKorsnäs en Gruvön.
Comencé a trabajar en el transporte con camiones porque quería nuevos retos y ahora los disfruto a diario.
En 2019, albergará la máquina de embalaje de papel sostenible más grande del mundo pero, ahora mismo, la fábrica en la que se encontrará la máquina está en construcción. La gran carga de Roland tiene que entregarse en esta parte del centro y elevarse hasta la fábrica, con ayuda de una grúa móvil.
“Al cargar los camiones en Sigharting, tardamos seis horas en colocar los depósitos en los remolques y necesitamos una carretilla elevadora y una grúa móvil. Espero que ahora sea más rápido, porque tengo muchas ganas de volver a casa con mi mujer y mis hijos”, comenta Roland.
En general, está encantado con la misión y cree que la gran distancia del recorrido es lo que recordará. Ahora mismo está a unos 2.200 kilómetros de su casa, en la pequeña localidad de Haag, Austria, y cuando llegue a su hogar, habrá estado viajando durante once días. Partes de la ruta han sido desafiantes, pero Roland afirma que no cambiaría nada.
“Comencé a trabajar en el transporte con camiones porque quería nuevos retos y ahora los disfruto a diario”, afirma con una sonrisa.
BillerudKorsnäs es un proveedor líder en materiales y soluciones de embalaje renovables con más de 150 años de experiencia en el sector.
Su nueva máquina de embalaje de cartón se describe como la mayor inversión en la historia de la empresa y es una de las máquinas de este tipo más grandes en el mundo. La máquina de 350 metros de largo se situará en una fábrica de 400 metros de largo y 60 metros de ancho, actualmente en construcción.
Los dos camiones de Prangl: 1 Volvo FH16, 6 x 4, fabricado en 2017, con motor Volvo D16 de 550 CV, Volvo I-Shift con marchas supercortas y Dirección Dinámica de Volvo.
1 Volvo FH16, 6 x 4, fabricado en 2013, con motor Volvo D16 de 750 CV y Volvo I-Shift.
Remolques: Remolques Faymonville de tres ejes ampliables y plataforma baja con ejes hidráulicos y dirección manual independiente. Longitud de plataforma baja utilizada para esta misión: 22,9 metros.
La carga: Grandes depósitos, medidas: 22 m largo x 3,8 m ancho x 3,8 m ancho, peso: ~5.000 kg cada uno.
Medidas de transporte total: 35 m largo x 3,8 m ancho x 4,15 m alto, peso: 38.000 kg.
Fundación: 1965.
Propietario: Mag. Christian Prangl.
Cantidad total de equipo: 3.400 (grúas móviles, camiones y remolques, plataformas de trabajo, manipuladores telescópicos, etc.).
Número de camiones y remolques: 330, de los cuales, camiones Volvo: 90.
Número de empleados: 650.
Cargas principales: Mercancías de gran tonelaje y gran tamaño, mercancías para centrales eléctricas y de energía eólica, piezas de máquinas, piezas de construcción de acero y cemento de gran tamaño, maquinaria, mercancías para ferrocarril, vigas de madera, mercancías industriales.