Al invertir en camiones eléctricos, es fundamental planificar sus rutas y operaciones. Si se hace de manera efectiva, podemos ayudar a que la transición sea fluida y aumentar la autonomía de un camión eléctrico.
Los camiones eléctricos ofrecen muchos beneficios, como, por ejemplo, un transporte más limpio y silencioso con menos emisiones y menos vibraciones, lo que no solo es bueno para el medio ambiente sino que además crea un entorno de trabajo más cómodo para el conductor. Y el eléctrico ofrece todo esto sin dejar de ofrecer la misma potencia y facilidad de conducción que el diésel. Sin embargo, existen algunas restricciones, como la capacidad limitada de la batería y la necesidad de planificar los tiempos de carga. Pero una buena planificación de rutas puede ayudar a mitigar, e incluso superar, algunos de estos desafíos.
El primer paso consiste en evaluar sus rutas y necesidades actuales. ¿Cuál es el peso de las cargas que transporta, qué distancia necesita conducir y cuál es la topografía de cada ruta? Todos estos factores afectarán a la cantidad de energía que necesitará y a la distancia que podrá recorrer.
El segundo paso consiste en calcular cuándo y dónde necesitará más energía, y qué posibilidades hay de recargar.
Siempre que sea posible, se recomienda cargar durante la noche, ya que es la forma más rentable de cargar un vehículo y significa que comienza el día completamente cargado. Si opera una ruta con distancias cortas a medias y una demanda de energía media, como la recogida de basuras o la distribución, puede ser suficiente con una carga nocturna.
Para rutas más largas, debe identificar en qué punto es probable que la batería de su vehículo se esté agotando y luego implementar una parada de carga en el plan de ruta. Esto podría implicar la instalación de un cargador rápido en una de sus instalaciones o el uso de un cargador público, cuyo número está creciendo en muchos mercados.
Para minimizar el tiempo perdido, los mejores momentos para cargar son cuando el vehículo ya está parado, como al cargar y descargar, o cuando el conductor está descansando. Un cargador rápido permite recargar por completo un camión en solo 90 minutos, pero también es posible que una parada de carga mucho más corta proporcione energía suficiente para completar la ruta.
Encontrar el plan de ruta óptimo puede implicar tener que reorganizar sus paradas, de modo que los vehículos lleguen a la estación de carga cuando la batería esté a punto de agotarse o cuando el conductor deba descansar.
Con cargadores colocados estratégicamente, un camión eléctrico puede recorrer distancias mucho más largas. Esto es más fácil de lograr cuando el vehículo opera en una ruta fija. Por ejemplo, el hecho de tener un cargador rápido instalado en una zona de obras permitiría que un camión eléctrico funcione esencialmente las 24 horas.
Los vehículos eléctricos se pueden utilizar para el transporte regional. Esto ya se hace hoy con camiones con pesos brutos combinados de hasta 60 toneladas, y es posible gracias a la instalación de cargadores rápidos en ambos extremos de la ruta.
A medida que siga mejorando la capacidad de las baterías de iones de litio, lo hará también la gama de camiones eléctricos, lo que a su vez les permitirá cubrir más rutas. El número de estaciones de carga públicas también está creciendo rápidamente y se espera que crezca aún más rápido a medida que aumente el número de gobiernos que ofrecen incentivos y subsidios para invertir en transporte eléctrico.
Todas estas tendencias supondrán una mayor flexibilidad y facilidad a la hora de planificar las rutas y permitirán que los camiones eléctricos se utilicen cada vez en más rutas. Esta es, en parte, la razón por la que se espera que el número de camiones eléctricos crezca rápidamente en los próximos años. No obstante, con la tecnología y la infraestructura existentes, los camiones eléctricos tienen mucho que ofrecer si se cuenta con el plan adecuado.
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